Analizar el juego de la escuadra azulejera va mucho más allá de la presencia de Gio o Bruno como referentes mediáticos para el gran público. Marcelino presenta sus armas con la intención de que su equipo trate bien el balón (juego combinativo) cuando tenga su posesión y deje pocos espacios (repliegue normal) cuando no la tenga.
En la portería es fijo Sergio Asenjo, ya asentado tras sus graves lesiones, que está recuperando su mejor versión, la que le llevó a ser uno de los porteros revelación en el Valladolid y le valió su fichaje con el At. Madrid.
En defensa los galones son para Mateo Musacchio que impone jerarquía física y táctica al resto de la defensa. Junto a él alternan apariciones Dorado y Victor R. con sombras y luces en sus actuaciones. El principio de temporada fue para Dorado, que cumplía con un buen papel junto al argentino. Su lesión dio paso a Victor R. que combina una buena salida de balón junto con errores de marca y concentración que generan peligro en la propia portería. La contundencia es su carencia más importante. El lateral derecho está guardado para Mario, lateral de largo recorrido que sabe cuándo y cómo aparecer para sorprender por fuera a las defensas rivales. Su gol en Vigo en el minuto 93 tras cruzarse todo el campo para acompañar un contraataque es una demostración de todo esto. Rukavina ha entrado en rotaciones pero todavía no parece plenamente adaptado al estilo de juego de su nuevo equipo. El lateral izquierdo ha sufrido muchas variaciones en este inicio de competición. Se han lesionado todos los que han pasado por ahí y en el último partido tuvo que ocupar esa posición un jugador en edad juvenil. La posición está reservada para Jaume Costa aunque Jokic también contaría con minutos. La adaptación del central brasileño Gabriel a esa posición no fue todo lo positiva que Marcelino habría deseado.
El centro del campo lo comanda Bruno Soriano, capitán y líder en el campo. Corta, distribuye y llega al área contraria, convirtiéndose en un jugador imprescindible para el conjunto de la Plana. Junto a él suele jugar Manu Trigueros que le ha ganado la partida a Tomás Pina gracias a su mejor manejo de balón y su capacidad para llegar al área. El ex-mallorquinista ha perdido el protagonismo de otros tiempos y no juega tanto como el desearía. Cuando lo hace se muestra intermitente y poco participativo, lo que lastra el juego del equipo a la hora de combinar en ataque. La presencia de Jonatan Dos Santos se ha visto mermada por sus lesiones y todavía no ha conseguido dar la mejor versión con los amarillos. Las bandas tienen varios pretendientes y Marcelino ha ido alternando la presencia de varios de ellos si bien M. Gómez, Cani y Cheryshev son los más habituales. El canterano culé, Espinosa, ha ofrecido buenas prestaciones cuando ha salido al campo y parece llamado a entrar cada vez más en las alineaciones ya que ofrece varias alternativas, ya sea tirado a una banda o más cerca del delantero. Hernán Pérez ofrece velocidad y desborde pero la competencia es dura y no está teniendo tantos minutos de calidad como anteriormente.
En la delantera Gio, Uche y Vietto están repartiéndose casi todos los minutos pero la fragilidad del Mexicano está dando opciones a un Gerard Moreno que el año pasado fue una fuente inagotable de goles para su equipo. Los tres primeros ofrecen combinación, mucha capacidad de desmarque y velocidad hacia la portería contraria. Gio tiene muy buena visión de juego cuando viene a recibir a posiciones más retrasadas aunque sigue siendo intermitente en sus apariciones ya sea por sus lesiones o por su desaparición dentro del mismo partido. Nahuel está teniendo una presencia residual tanto en minutos como en aportación al juego del equipo.
El conjunto de Marcelino gusta de presionar bastante arriba a sus contrarios y ello conlleva un fuerte desgaste físico. El año pasado tuvo una brillante primera vuelta y una no tan brillante segunda donde las lesiones y el bajón físico de algunos jugadores les impidió mantener el ritmo durante muchas fases de ese segundo semestre futbolístico. Si Marcelino consigue dar con la tecla de las rotaciones, si la Europa League no les supone un sobreesfuerzo demasiado grande y si, sobre todo, las lesiones respetan a sus jugadores más importantes, podemos estar hablando de un Villarreal que se convierta en algo más que el animador de la Liga.
Por Vicent Sarrión (@vicentsarrion)
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