Difícil encuentro que se le presentaba al FC Barcelona ante un buen Villarreal, que visitaba el feudo culé tras 18 encuentros sin conocer la derrota. Un partido en el que el mal tiempo y la hora del encuentro hizo que el Camp Nou no tuviera una buena entrada. Luis Enrique volvió a repetir prácticamente el mismo once del último partido, con las únicas novedades de Bravo en la portería y Rafinha por Rakitic.
El encuentro comenzaba con un Barça al acecho de la portería de Asenjo, con Messi como líder, que movía a sus compañeros en el ataque y un Luis Suárez bastante fallón que pudo poner al equipo culé por delante en el marcador; así, cumplida la mitad del primer tiempo, el Villarreal lejos de amedrentarse empezó a demostrar peligro en las botas de Cheryshev. Al Barça le faltaba pegada arriba y el Villarreal atacaba, pero un Piqué providencial cortaba las ocasiones de los visitantes. Así se llegó al minuto 30 de la primera parte y, en un despeje de Mascherano y un mal tiro de Mario, el balón cayó a Cheryshev que con un disparo desde fuera del área coló el balón en la portería de Bravo. Parecía que se llegaría al descanso con ese resultado, pero otra vez Messi, con una gran jugada, pasó a Rafinha que disparó obligando a Asenjo a rechazar el balón y un acertado Neymar Jr. colocaba la igualada en el marcador.
Al poco de comenzar la segunda parte, el Villarreal volvió a adelantarse en el marcador, un fallo garrafal por un mal control de Piqué, hasta entonces impecable, hizo que tras una gran jugada de Giovani Dos Santos y tras un pase a Vietto, éste finalizara la jugada con el balón en las redes de Bravo, volviendo a poner al Barcelona detrás en el marcador. Pero el Barça, lejos de venirse abajo, se fue al ataque y, tras un gran movimiento de Suárez en el borde del área, sacó un pase a Messi que remató y el rechace lo cogió Rafinha que, tras un fuerte disparo, volvió a poner la igualdad en el marcador. Con ganas de remontada, solamente dos minutos después del empate, Messi con un formidable disparo desde fuera del área, culminó la remontada con un golazo, colocando el definitivo 3-2 en el marcador. A partir de ese momento el Barcelona hizo su partido y llegó la ocasión más clara para rematarlo a través de Neymar, que Asenjo derribó dentro del área pero la falta no fue sancionada.
Así se llegó al final de los 90 minutos, que sirve a ambos equipos para tomar notas de cara a la próxima semifinal de la Copa de Rey que se celebrará la próxima semana.
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